Ya llegó el momento. Tu hij@ lleva tiempo comentando que sus amigos tienen novio-a. Dentro de poco te va a pedir permiso para salir.
Todos tenemos unas necesidades emocionales básicas: sentirnos aceptados, amados e independientes. Tales necesidades se ven atendidas plenamente en una familia saludable durante la niñez: todo lo que dicen o hacen los padres se absorbe y se considera razonable y cierto.
Hasta la adolescencia.
Alrededor de los 12 años los jóvenes quieren salir más con los amigos y piden permisos nuevos. Empiezan a fijarse en los chicos o chicas de sexo opuesto, conocen a nuevas personas y tal vez experimenten la timidez. También a esa edad surge la necesidad de tener un amigo-amiga especial y querer ser parte de una pandilla.
Hacer parte de un grupo significa experimentar el afecto fuera de la familia alejándose de la dependencia de los padres. Ser aceptado por parte de alguien fuera de la familia durante la adolescencia es algo extremadamente importante para el desarrollo de la propia personalidad. Los adolescentes realizan esfuerzos constantes para encajar dentro de un grupo y conformarse a los que los demás piensan, dicen o hacen.
Aunque esas necesidades son normales y hay que apoyarlas, también se insinúan nuevos peligros. Los adolescentes son muy vulnerables a las presiones del grupo que a veces pueden ser negativas.
¿AMOR O ADICCIÓN?
Branda Shaeffer escribió un libro titulado Love or Addiction? The Power & Peril of Teen Sex & Romance en el que examina temas como el amor, el sexo y el romance en la adolescencia. En ese texto se explica como los adolescentes son más psicológicamente receptivos que en cualquier otro momento de sus vidas al amor, al romance y al sexo. Esa carga emocional es muy intensa y a la vez puede ser peligrosa cuando se convierte en una relación adictiva que podría repetirse a lo largo de toda la vida. Incluso algunas personas -jóvenes o adultos- pueden aprovecharse de esa búsqueda del amor, del romance y del sexo por parte de un adolescente o preadolescente y prematuramente los trauma introduciéndolos al sexo.
Según la autora, las historias de amor entre adolescentes tienen más que ver con la química y el desarrollo del cerebro que con el amor verdadero. Debido a los cambios físicos y hormonales, los chicos tienen la tendencia a confundir el sexo con el amor, mientras que las chicas confunden el romance con el amor. Puede pasar entonces que las niñas se conviertan en objeto sexual cuando lo que están buscando es el romance, sentirse acogidas y la comunicación. De esa manera interpretarán la atención que ellos les muestran como amor.
Aún considerando esos riesgos, la adolescencia es un momento importante para explorar la vida y el amor de manera positiva y para construir relaciones adultas que sean maduras.
¿QUÉ SIGNIFICA “SALIR” PARA TU HIJ@?
Muchas veces tus hijos te piden salir con alguien y con eso entienden salir en grupo, aunque probablemente tienen interés en una o dos personas en particular. Averigua si tu hij@ quiere salir porque le interesa alguien en particular o simplemente porque quiere probar una experiencia de grupo.
Las salidas de grupo en sitios públicos (cine, parque, centro comercial…) pueden ser una buena ocasión de socialización e interacción con las personas del sexo opuesto sin los riesgos que conlleva una cita a solas. Aun así, también las salidas de grupo tienen algunos riesgos que se pueden prevenir.
Sería bueno hablar con ellos también de las relaciones y citas online o bien a través de una web de matching o simplemente a través de redes o plataformas sociales. Los adolescentes creen que las relaciones en la red no tienen ningún peligro. La verdad es que, además de tener más probabilidad de ser relaciones ilusorias y ficticias, las relaciones online pueden tener efectos emocionalmente devastadores. Y además exponerlos a los depredadores sexuales en la red.
¿CUÁL ES LA EDAD ADECUADA?
Probablemente la pregunta más difícil se refiere a la edad apropiada para empezar a salir. El punto es que deberíamos dar más importancia a la madurez emocional que a la edad de cada uno. Muchas veces el desarrollo físico no corresponde con un apropiado desarrollo emocional.
Por lo general no sería bueno dejar salir en pareja antes de los 16 años. Una buena idea puede ser dar permisos graduales de esa manera:
- Antes de los 14 años: facilitar experiencias de grupo supervisadas por adultos especialmente en la propia casa;
- Después de los 14 años: salir fuera de casa con un grupo mixto conocido por los padres. Mejor si es un grupo que tiene un propósito o finalidad (un movimiento, un equipo deportivo, una actividad social, etc).
- Alrededor de los 16: dependiendo de la madurez permitir las salidas de pareja previa charla introductoria.
PROMOVER SALIDAS SANAS
Tú puedes ayudar a tus hijos para que experimenten de manera positiva las primeras salidas de grupo y de pareja.
Ante todo no hay que minimizar, trivializar o bromear sobre las primeras relaciones románticas de tus hij@s. Cuida de no usar palabras que podrían devaluar los sentimientos que tu hij@ està experimentando (noviete, tortolitos, parejita) y que podrían meterle en situaciones embarazosas.
Para ellos es muy real e importante lo que está pasando.
Piensa en las normas que te parecen más apropiadas para las salidas. Si quieres que tu hijo entienda tus expectativas sobre esas normas, tienes que hablar sobre eso.
Aquí van algunas ideas sobre temas importantes para compartir:
- Hablar entorno a cuestiones de sexualidad como las caricias intensas, la excitación sexual, el valor de la espera y las consecuencias emocionales y físicas de tener sexo
- Conocer lo que uno quiere o no quiere que pase durante la cita
- Cómo reconocer si hay abuso físico o psicológico
- Cómo comunicar verbalmente los límites a la pareja
- Ser capaces de negar algo en forma verbal o no verbal
- Cómo ejercer el autocontrol
- Còmo reconocer y evitar situaciones peligrosas
- Destacar la importancia de mantener otras amistas mientras se está saliendo con alguien
- Especificar que no conviene el uso de alcohol y drogas en la cita
- Pensar en planes y actividades que se pueden hacer con el grupo de amigos o con la pareja
- Definir la hora de salir y regresar
- Definir quien lleva y quien recoge y si se necesita el carro
- Definir los límites físicos que hay que seguir antes de salir con alguien
- Mantener informados sobre cambios de planes y lo que sucede.