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Autocontrol, clave del éxito

El autocontrol como medio para alcanzar metas.

Por Juan Francisco Vélez y María Luisa Estrada de V.
Fundadores de Protege tu corazón

En conversaciones con rectores de diferentes colegios, nos comentan con preocupación que los padres exigen cada vez menos, le viven la vida a sus hijos y les dan todo lo que piden… Ejemplo de esto son las siguientes anécdotas.

Esta semana tuve varias entrevistas con familias de nuevo ingreso y la preocupación más recurrente de los padres fue si les pondríamos tareas o no, porque buscan un colegio que no exija mucho”, dice uno de ellos.

“Pedro de 7 años siempre llega tarde al colegio, porque su mamá no quiere hacerlo sufrir. Lo lleva cuando se despierta, no importa la hora. Si los maestros le reclaman la impuntualidad a su mamá, ella responde que no tienen derecho, porque el colegio no es una escuela militar”, comenta otro directivo

En el informe PISA  (Programme for International Student Assessment) que desde el año 2000 evalúa el nivel de la enseñanza secundaria en más de 62 países hay un elemento común entre los que más se destacan por alto rendimiento: la disciplina en las aulas. En los países con mejores resultados -en su mayoría asiáticos- se asume que aprender es importante y exige dedicación, lo cual favorece un clima escolar donde se valora el esfuerzo y un clima familiar en el que se asigna un valor prioritario a la educación.

Ni los colegios ni los padres pueden hacer su tarea aisladamente. Si en casa los padres le dan importancia a la exigencia, favorecerán el desarrollo del autocontrol de sus hijos. Si estos a su vez viven el autocontrol, acogerán la disciplina en las aulas, facilitarán el trabajo del maestro y el rendimiento académico se acrecentará. Es un círculo virtuoso que brinda beneficios a todos.

Según la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, un estudio longitudinal realizado entre mil niños de Nueva Zelandia a quienes se les hizo seguimiento durante 32 años, demostró que el autocontrol puede convertir a los niños en adultos exitosos. Los niños con menor capacidad de autocontrol se mostraban más propensos a adoptar conductas negativas como fumar, tomar, consumir drogas, convertirse en padres solteros, contagiarse de una enfermedad de transmisión sexual, o estar desempleados. “El autocontrol es vital para evaluar el horizonte y estar preparado para lo que pudiera suceder, planificar por adelantado para llegar a donde se quiere ir, llevarse bien con los demás, atraer ayuda y respaldo, esperar por las cosas realmente buenas por las que vale la pena esperar, en lugar de hacer las cosas por diversión a corto plazo”, comenta Terrie Moffitt la autora líder del estudio, y profesora de psicología y neurociencias de la Universidad de Duke.

“Importa mucho la conducta generada por nosotros mismos, hasta dónde regulamos o gestionamos nuestros impulsos y las opciones o decisiones que tomamos. Somos agentes activos que pilotamos el avión que volamos por la vida…” dice Jay Belsky, profesor de desarrollo humano de la Universidad de California, al opinar sobre estos resultados.

Este hallazgo confirma otros que se han venido publicando desde 1960 en diversos países. Muchos padres de hoy al entender mal el amor que le ofrecen a sus hijos, se exceden en protegerlos y no fomentan su capacidad de gestionarse a sí mismos. Olvidan que los niños tienen la tendencia natural a hacer las cosas por su cuenta, como consecuencia lógica de su proceso de crecimiento en todas las dimensiones (física, social, emocional, racional, trascendente). Disfrutan con sus logros: “ya aprendí a caminar”, “soy capaz de abotonarme la camisa”, “pude anudarme los zapatos”. Más adelante: “ya aprendí a sumar, a leer”, “soy capaz de usar la bicicleta”, “metí un gol en el partido”, “pregunté en clase y la maestra me dijo que había sido una buena intervención”, “se estaban burlando de mí en el recreo y me hice respetar…”.  Cuando los padres exceden sus cuidados innecesariamente, sofocan este crecimiento natural e impiden que los hijos desarrollen por sí mismos sus talentos y capacidades naturales.

Tanto en la infancia como en la adolescencia, es apenas natural querer ayudarles cuando tienen dificultades… Sin embargo, a veces los padres están tan resueltos a evitar que sufran que se empeñan en hacer por los hijos lo que ellos pueden realizar por sí mismos, sin darse cuenta del daño que les causan para toda la vida.

La sobreprotección, en vez de ser un amor auténtico, resulta un amor “contaminado” de dominio y también de desconfianza. Los lleva a controlar a los hijos a tal grado que en vez de irles dando la autonomía que reclaman los privan de llegar a ser independientes, que es uno de los logros más importantes de un ser humano. Las siguientes actitudes son típicas de los padres sobreprotectores:

  • Mienten para proteger al hijo que no cumple con sus obligaciones.
  • Los disculpan cuando faltan al respeto a otras personas.
  • Ignoran los llamados de atención de los profesores.
  • Intervienen demasiado en sus amistades hasta el punto de elegirlas por ellos.
  • Definen cuáles deben ser sus aficiones.
  • Resuelven sus problemas o incluso se los evitan.
  • Tienen miedo a que los hijos sufran, se enfermen, fracasen.
  • Permiten que los hijos invadan su tiempo y su espacio.
  • Deciden qué carrrera deben estudiar.

Al hacer por los hijos lo que ellos pueden hacer por sí mismos perjudican el desarrollo de su voluntad y la confianza en sí mismos. Cuando un hijo posee autocontrol es capaz de pensar, decidir y realizar por sí mismo lo que le conviene -lo bueno- sin necesidad de vigilancia o que lo estén guiando constantemente. Esto se hace posible si los padres patrocinan desde la infancia la adquisición de buenos hábitos que se irán arraigando paulatinamente para no depender de otros: constancia, reciedumbre, fortaleza, audacia, sobriedad, perseverancia entre otros.

Cuando no es así, algunos comportamientos que se observan en el hijo, tienen estrecha relación con la sobreprotección familiar. Veamos algunos ejemplos:

Actitud del padre sobreprotector

Comportamiento del hijo

Soluciona todos los problemas del hijo No sabe tomar decisiones por sí mismo
Le da todo lo que le pide, especialmente cosas materiales Se acostumbra a las gratificaciones inmediatas volviéndose caprichoso, cada vez más exigente y desafiante para obtener más y más.Poca empatía con los demás
Se hace cargo de las responsabilidades del hijo Huye del esfuerzo haciéndose dependiente de la ayuda de los adultos.Pierde capacidad de compromiso.
No le pone límites ni establece reglas Se muestra inseguro y violento

Los maestros pueden contribuir con los padres haciéndoles ver lo que detectan de sus hijos en las aulas para ayudarles a tomar conciencia de su verdadero papel encausando sus buenas intenciones hacia lo que realmente necesitan.

El autocontrol está asociado con la tolerancia a la frustración, la persistencia para superar obstáculos, la confianza para alcanzar metas altas, la perseverancia para hacer las tareas hasta el final. Con semejantes beneficios, ¿harán falta más recetas para el éxito?

Sugerencias de los maestros a los padres

  • Sea realista frente a las capacidades de su hijo. Sobreprotegerlo significa subestimarlo. Ayúdele a sacar partido de lo que realmente es.
  • Déle a su hijo más de su tiempo y menos cosas materiales.
  • Aunque su hijo quiera ser grande e independiente, todavía lo necesita a usted, pero no le brinde ayudas innecesarias..
  • No delegue su tarea al colegio, usted es el primer educador de su hijo.
  • Limite el tiempo que pasa con los video-juegos, la música y la televisión.
  • Supervise lo que hace en Internet. Además de los riesgos, supone menos horas de sueño y por supuesto menor atención en clase.
  • Por favor no le haga sus tareas. Déjelo afrontar sus propias responsabilidades. Si no es así, ¿quién le hará su tarea mañana?
  • Dele oportunidades de aplazar la gratificación y de esperar por las cosas
  • Promueva en casa la cultura del esfuerzo y del trabajo bien realizado.
  • Déjelo tomar decisiones aunque se equivoque, será el mejor modo de aprender a acertar.
  • Establezca límites y normas en casa.

 

Artículo publicado en la Revista Vanguardia Educativa, Año II, Número 4, Abril de 2011

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