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Del juego al dolor, Diario ABC Asunción

SEXTING ENTRE NIÑOS Y ADOLESCENTES

Por Lourdes Peralta

El matrimonio Vélez, fundadores del programa educativo “Protege tu corazón”, está de nuevo en Paraguay. María Luisa y Juan Francisco brindarán una charla sobre el sexting.
“El mensaje de esto es muy peligroso, porque presenta al cuerpo como un objeto en oferta: si te gusta, lo consumes; si no, lo desechas”, afirman.

El término sexting viene de la fusión de dos palabras, sexo y texto, es decir, mensajes de texto con contenido sexual explícito que, por extensión, incluye fotos o videos cuya protagonista envía a través de un celular o computadora. De acuerdo a Teen Online & Wireless Safety, en el 2009 el 80% de sexting lo practicaban adolescentes menores de 18 años. “Con la disponibilidad de crear redes sociales a través de internet para niños y adolescentes, se abre un panorama desconocido. El sexting es una actividad en crecimiento a la que debemos ponerle atención y tratar de prevenir. El problema más grande de esto es que una vez enviado el contenido, el que lo envía ya no tiene control sobre su difusión, y se vuelve un asunto público”, explican nuestros entrevistados.

María Luisa y Juan Francisco Vélez –colombianos pero residentes en Monterrey (México)– son los fundadores del programa “Protege tu corazón”, una educación de la sexualidad basada en la formación del carácter. El martes 25 de setiembre, en Carmelitas Center, brindarán una charla para padres, que se titula: “Sexting, ¿intimidad en la web?”.

–¿Se podría considerar al sexting una parte del ejercicio de la sexualidad o una travesura de moda?
–JV: No es una moda pasajera. Tiene un marco, por ejemplo, la presión continua que ejerce la cultura de lo “sexy”, llamada sexualización, y que valora a las niñas en función del deseo que puedan despertar en otros. El exhibicionismo de artistas y otros personajes públicos a través de las redes sociales y los medios de comunicación masiva, que se convierten en ídolos a imitar por los jóvenes. Si a esto se suma la convergencia digital cámara, teclados, música y computador, reunidos en un celular, se están juntando las influencias descritas con la tecnología disponible para hacerlas por cuenta propia.

–M.L: Cada día hay más noticias de personajes públicos cuyos videos privados salen a la luz pública: el caso de una ministra en Costa Rica, el de una concejala en España o un senador de EE.UU. Vemos que hasta en el mundo de los adultos es un problema.

–Un argumento infantil puede ser: “yo no envío pornografía, solo envío mi foto”.

–ML: Ambas pueden llegar a ser pornografía, es decir, imágenes cuyo objetivo es despertar excitación sexual. Por otra parte, la divulgación de imágenes sexuales explícitas devalúa la propia intimidad y afecta a quien las envía. Se transmite el siguiente mensaje: “conténtate con mi cuerpo desnudo porque mi mundo interior (mi intimidad) vale muy poco”. Quien hace sexting afecta a su propia dignidad.

–¿Son más mujeres las que utilizan este modo virtual?

–JF: Sí. En EE.UU., el 65% corresponde a mujeres y el 35% a varones. En México, en cambio, el 98%, a mujeres. Los motivos femeninos pueden ser llamar la atención o dar un “regalo” a un chico que le gusta para que la invite a salir. 8 de cada 10 niñas lo han hecho por coqueteo, sin medir que el mensaje puede ser interpretado como “esta niña está buscando algo conmigo”.

–Ese coqueteo puede acabar en problemas legales…

–JF: Ya ha habido casos serios y consecuencias dolorosas. En México es ilegal tomar, enviar, poseer fotografías de menores de edad desnudos, ya sean conocidos o desconocidos. Las penas pueden ir desde multas hasta encarcelamiento, dependiendo del país. Un adolescente puede no ser consciente del riesgo que implica mandar una foto explícita, no tener presente que puede ser vista por muchas personas y quedar tatuada en la red. El sexting puede tener otras consecuencias peores, como la pérdida de la privacidad, fotos utilizadas como insumos de la pornografía infantil, humillación pública que genera ansiedad y depresión, el llamado ciberbullying, chantajes, amenazas, o la sextorsión, que consiste en forzar a alguien a tener un contacto sexual con base en las fotos hechas públicas.

–¿Cómo enseñar a proteger el cuerpo cuando la cultura contemporánea de consumo habla de liberarse de mitos y de prejuicios?

–ML.: Es una pregunta muy interesante y plantea algo central en el ambiente contemporáneo. Vivimos en una actitud consumista porque es el consumo lo que actualmente mueve la economía global. El consumo bien entendido tiene que ver con necesidades, pero el consumismo desborda este sentido porque las cosas se miran como desechables o simplemente como coleccionables, aunque no se usen. Y esta mirada está afectando las relaciones interpersonales. Un ejemplo es el sexting. Se exhibe el cuerpo para que otro lo mire, a ver si le interesa consumirlo, para que luego lo deseches si te aburre.

–JF: Debemos inculcar un “prejuicio” bueno en los adolescentes. Tener posturas acerca de la mejor conducta posible, es tener dirección y convicción. Actualmente, existe un prejuicio sobre el sexo, que lleva a considerarlo como juego, como actividad sin compromiso, sin amor involucrado. La sociedad actual está viviendo con mucho desamor y las consecuencias se están haciendo visibles. A cambio de estos prejuicios, que están haciendo tanto daño, hay que alentar los buenos prejuicios que permitan lograr una vida más amable. “El sexo es juego”, reemplazarlo por “el sexo es una señal de entrega de toda mi persona”, “no me voy a entregar a nadie que no conozca a fondo y me inspire confianza”. También, “el sexo no implica compromiso”, reemplazarlo por “el sexo sin compromiso es como la comida basura: podrá saber bueno, pero no alimenta”.

La propuesta educativa

* Hay un gran vacío en cuanto al conocimiento sobre la persona humana, que impide comprender la sexualidad con exactitud. La persona se está reduciendo a lo biológico, olvidando que, además de cuerpo, es ser social, con emociones y sentimientos, con una inteligencia y una voluntad capacitada para buscar metas y trascender.

* Los padres deberían hablar con sus hijos sobre este fenómeno. No pensar “mi hija o hijo no sería capaz de una cosa así”. En sana lógica, es preferible asumir que a cualquiera le puede pasar y, por tanto, hay que tratar de prevenirlo.

* Hablar clara y abiertamente de sexualidad. Asociándola con el amor verdadero, que debe ir más allá de un impulso o de un sentimiento. Amar es buscar con obras palpables que uno está ocupado del bienestar integral de los demás, tratando de que vivan bien, estén contentos, tengan aceptación y cariño.

* Plantearles el sentido de la intimidad relacionado no solo con el cuerpo, sino con el mundo interior, como algo esencial que se debe proteger de extraños o de curiosos, porque es lo más importante que una persona posee.

* Hablarles del pudor como una capacidad que se desarrolla para abrir o cerrar la intimidad de acuerdo con las personas y las circunstancias. El cuerpo solo se entrega a una determinada persona, en una determinada circunstancia. A quien me conozca profundamente y me acepte como esposa(o) y se entregue mediante un compromiso que selle el amor que se ha demostrado previamente.

* La forma de conquistar no es a través del cuerpo como mercancía. Se trata de conquistar un amor verdadero, a alguien que sepa amar y que ame bien. Que se interese por las ilusiones, las metas, las alegrías y tristezas de la vida, que sepa entender las aspiraciones personales y que sea un aliado para lograrlas.

* Establecer mayores límites en cuanto al uso de los smartphones o celulares. Así como se les enseña a cruzar la calle, a cuidarse del cigarrillo y las drogas, hay que utilizar con responsabilidad la tecnología.

lperalta@abc.com.py

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