La ciencia de los matrimonios felices
Por Maria Grazia Gualandi
¡Existen matrimonios que duran toda la vida y que son muy muy felices! ¿No te lo crees?
En las ultimas décadas se han centrado muchos estudios en tratar de descubrir los secretos de los matrimonios que duran para siempre y los resultados ponen en evidencia que el amor no es solo un sentimiento, o un impulso, sino una decisión: las buenas relaciones requieren atención e intención. No se improvisan.
¿Quieres lograr tu propio happy end? Vamos a contarte los 10 secretos de las parejas que tienen éxito en el matrimonio.
- MANIFIESTAN CARIÑO Y APRECIACIÓN. Cuando una persona se siente apreciada y valorada por su cónyuge, percibe que su propio matrimonio es feliz, tiende a comprometerse más con su pareja y está más inclinada a creer que su relación va a durar. Es curioso que una vez casados, cambien las palabras clave de nuestros mensajes de texto. Y no para mejor. ¡Con la tecnología se puede demostrar tu cariño y apreciación! La gratitud y la generosidad son también finas manifestaciones de cariño. De acuerdo con un estudio reciente, la gratitud es el ingrediente secreto de los matrimonios felices[1]. Empieza por agradecer los pequeños detalles en la vida cotidiana: la cama hecha, la sonrisa en un momento de tensión, un abrazo inesperado, el esfuerzo que supone preparar la cena en vez de sentarse en un sillón… Según otro estudio, las parejas generosas – con el cónyuge y con los demás- son las más felices[2]. En vez de “volcar” tu cansancio sobre los hombros de tu pareja, pregúntate: “¿Qué puedo aportar en este momento para hacer el día más agradable a los demás?”.
- CONSIDERAN QUE EL DIVORCIO NO ES UNA OPCIÓN. El compromiso mutuo para construir una relación que dure para siempre es un elemento clave para el éxito de un matrimonio. Si el divorcio no es una opción, la única salida a las dificultades es aprender a solucionarlas. Cuanto más se comprometen los cónyuges el uno con el otro, más aumenta la posibilidad de lograr una relación feliz y duradera[3].
- COMPARTEN LOS MISMOS VALORES. ¿Los opuestos se atraen? ¿O las personas parecidas tienen más probabilidades de vivir bien juntos? Una relación que funciona no depende de que sean iguales o diferentes. Pero existe una regla de oro: compartir los mismos valores es más importante que compartir los mismos intereses. Los valores son las “normas de vida” que se vuelven extremadamente importantes para cada uno en lo personal. No hay que compartirlos todos, pero sí al menos los valores primarios[4], los que nos hemos construido a lo largo de la vida y que probablemente no van a cambiar: convicciones políticas, honestad, fidelidad, sentido del trabajo, manejo del dinero, relaciones familiares, educación de los hijos, tiempo libre, vida saludable (veganos, vegetarianos, ecologistas etc), creencias religiosas. Los matrimonios que han durado 30 años o más afirman que compartir algo importante como la fe les ha ayudado a hacer frente a los tiempos difíciles, ha sido fuente de guía moral en la toma de decisiones, en el manejo de conflictos y les ha animado a mantener el compromiso con su matrimonio[5].Los valores secundarios son los que cambian con la circunstancias de la vida: tener un coche y una casa grande, veranear en un sitio especial, tener un hobby o un deporte, cuidar a los padres enfermos, etc.
- SABEN COMUNICAR. Cuando hay un problema siempre es de comunicación. Algunos tips para comunicar bien: 1. Cuidado con las palabras: lo que dices de mal genio no se puede borrar. 2. Espera a que haya un buen momento para hablar. 3. No digas nunca “tu nunca, tu siempre” porque nunca es verdad. Estar de acuerdo en no estar de acuerdo está bien. 5. Cuando tengas quejas, piensa en una manera gentil para expresarlas. 6. Dile a tu pareja “tienes la razón” cuando ha tenido razón. 7. Aparta el celular para escuchar. 8. No esperes que tu pareja lea tu mente. 9. Hay que decir lo que se piensa y pensar lo que se dice. Algunos expertos hablan de mirroring (espejar). El mirroring[6] es el comportamiento en el que una persona imita -conscientemente o no- los gestos, la forma de hablar o la actitud de otro. En psicología esa técnica se usa para lograr mejor cercanía con los demás. Está demostrado que imitar la forma en el que el otro comunica, le pone en una posición más confortable y te hace a ti más parecido-a a él-ella creando confianza y comprensión.
- COMPARTEN LAS TAREAS DOMÉSTICAS. Uno de los temas que generan más conflicto en la pareja es el reparto de la gestión del hogar, la organización de actividades para los hijos y el cuidado de la familia. La percepción de desigualdad está relacionada con la visión que el marido (y la mujer) tienen del propio trabajo y del trabajo del cónyuge, tanto dentro como fuera de casa[7]. Se ha demostrado que, de la manera en que cada uno perciba como satisfactoria o no la división del trabajo en casa, depende el éxito o el fracaso de un matrimonio[8]. Hay que hablar claro acerca de las expectativas que tenemos y hacer un plan conjunto.
- MANTIENEN LA INTIMIDAD Y LA PASIÓN DENTRO Y FUERA DE LA CAMA. Entre las cosas que parecen disminuir o desaparecer con el tiempo en una pareja es la pasión y la intimidad. La pasión no es algo que surja espontáneamente, se enciende con detalles en el trato que requieren decisión. Hay que asegurar espacios de tiempo exclusivos, salir los dos solos a menudo y esmerarse en la apariencia personal. Aunque en ciertas fases de la vida pueda ser normal que disminuya el deseo sexual, nunca hay que “tirar la toalla” y si es necesario, buscar ayuda. El amor conyugal es también pasión y la sexualidad es una parte importante para el buen funcionamiento de una pareja. Ser buena madre/buen padre no basta y no se puede vivir como buenos amigos. La intimidad es la antecámara de la pasión y puede manifestarse de distintas formas: intelectual, sexual, emocional, espiritual (mira aquí). La habitación tiene que ser un espacio “libre de niños”. Intenta sorprender a tu cónyuge tomando su mano mientras van en el coche. Abrázalo fuerte antes de dormir y en cualquier momento del día en vez de mantener una actitud neutral. Trata de tener un contacto físico con tu cónyuge mientras platican. Basta tocarse los pies o tomarse las manos. En un estudio[9] se ha demostrado que 30 segundos de abrazos cada día tienen unos enormes beneficios tanto en el bienestar de la pareja como en la salud en general. ¿Qué te cuesta abrazar a tu cónyuge 30 segundos al día? ¡Pruébalo y lo notarás!
- PONEN LA PAREJA PRIMERO. David Code, autor del libro To Raise Happy Kids, Put Your Marriage Firstdice que uno de los mayores mitos en la pareja es creer que mientras más atención se le dé a los niños, mejor crecerán. Pero esa actitud ha creado una generación de niños con más problemas y necesidades. Puede que nos enfocamos más en los niños porque nos parece más fácil pasar tiempo con ellos en vez que con nuestro cónyuge. En realidad poner al esposo(a) primero, es “matar dos pájaros de un tiro”, ya que el ejemplo de amor que les estamos dando a los hijos es la lección más importante que les podemos dar. Además, los niños se pueden sentir sobrecargados con el papel de ser los primeros, y puede que no sepan llevar emocionalmente tan grande responsabilidad y tengan miedo de decepcionarnos.
- TIENEN SENTIDO DEL HUMOR Y SABEN DISFRUTAR. Más risas, menos peleas. Las parejas que tienen sentido del humor, tienen 67 % menos de conflictos comparados con parejas en las que no hay sentido del humor[10]. Hay personas que llevan el sentido del humor en la sangre, pero la mayoría no. Saber reírse de las cosas que pasan y de sí mismos es un arte que se aprende con el tiempo y con humildad. Cuantas veces una pelea que parecía gravísima acaba con los dos riéndose a carcajadas. Cuando los dos están muy enojados conviene que se “miren desde fuera”, como si estuvieran mirando una película de sí mismos. Verán lo ridículos que se ven cuando la boca se inclina hacia abajo y los ojos se hacen pequeños. También hay que focalizarse en las cosas positivas, celebrarlas y dedicar tiempo para hacer cosas divertidas. No tienen que ser necesariamente actividades lujosas ni muy fuera de lo normal. Incluso se puede hacer una tarea de la casa juntos, pero disfrutando[11].
- NO ESPERAN QUE SU PAREJA LOS HAGA FELIZ Y SE ESFUERZAN EN SU CRECIMIENTO PERSONAL. Aunque nuestra pareja pueda ser el camino para la felicidad, la felicidad es algo que depende solamente de nosotros. No hay que alimentar la expectativa de que nuestra pareja es la que nos va a hacer felices. Si quieres cambiar algo de tu matrimonio y de tu vida, tienes que empezar por cambiarte a ti primero, en vez de intentar cambiar a tu pareja. Una pareja feliz también tiene intereses y amistades fuera de su relación[12]. Necesitamos tener un espacio para nuestro crecimiento personal: un hobby, la profesión, cultivar el sentido trascendente, un deporte, un grupo de amigos, etc.
- RECONOCEN EL MOMENTO DE PEDIR AYUDA. Tener uno o varios momentos de crisis no significa que el matrimonio esté fracasando. A veces parece que somos los únicos en tener problemas, simplemente porque la mayoría de las personas no comparten los suyos. Entre los factores que más pueden afectar una relación están las enfermedades (cónyuges, hijos o familia cercana), la pornografía, los agobios económicos, la violencia doméstica, la infertilidad[13]. Merece la pena jugárselo todo para reconocer que tenemos un problema y tener la humildad de buscar y pedir la ayuda que sea necesaria.
[1] Allen W. Barton, Ted G. Futris, Robert B. Nielsen. “Linking financial distress to marital quality: The intermediary roles of demand/withdraw and spousal gratitude expressions”. Personal Relationships, 2015; 22 (3): 536 DOI: 10.1111/pere.12094
[2] Bryce J. and King, N. “New Research,” The Family in America, 2013, Vol. 27 Number 4. Dew J. and Bradford, W., “Generosity and the Maintenance of Marital Quality,” Journal of Marriage and Family 75 (October 2013): 1, 218-28.
[3] Waite, L. “Does Divorce Make People Happy? Findings from a Study of Unhappy Marriages”, Institute for American Values, 2002.
[4] Asoodeh, M.H; Khalili, S.; Daneshpour, M. Factors of successful marriage: Accounts from self described happy couples, Procedia Social and Behavioral Sciences 5, 2042–2046, March 2010.
[5] Weaver, A., Judith A., Samford, V., Morgan, J. “A Systematic Review of Research on Religion in Six Primary Marriage and Family Journals: 1995-1999,” American Journal of Family Therapy, Vol. 30, No. 4 (July 2002), pp. 293-309. Linda C. Robinson, “Marital Strengths in Enduring Marriages,” Family Relations, Vol. 42, No. 1 (1993), pp. 38-45.
[6] https://en.wikipedia.org/wiki/Mirroring_%28psychology%29
[7] Frisco, M. L. (2003). “Perceived housework equity, marital happiness, and divorce in dual-earner household”, Journal of Family Issues, 24.
[8] Brian G. Ogolsky , Renée Peltz Dennison, James Kale Monk The Role of Couple Discrepancies in Cognitive and Behavioral Egalitarianism in Marital Quality Sex Roles
April 2014, Volume 70, Issue 7, pp. 329-342.
[9] Cohen, S., Janicki-Deverts, D., Turner, R. “Does Hugging Provide Stress-Buffering Social Support? A Study of Susceptibility to Upper Respiratory Infection and Illness”. Psychological Science, February 2015, vol. 26 no. 2 135-147
[10] Niven, D. 100 Simple Secrets of Great Relationships: What Scientists Have Learned and How You Can Use It, HarperOne, 2016.
[11] Stephens, S. Blueprints for a solid marriage, Tyndale House, 2006.
[12] Crawford, D., Houts, R., Huston, T., “Compatibility, Leisure, and Satisfaction in Marital Relationships” Journal of Marriage and Family, Volume 64, Issue 2, pages 433–449, May 2002; Backstrom, L., Kleinberg, J. “Romantic Partnerships and the Dispersion of Social Ties: A Network Analysis of Relationship Status on Facebook”, CSCW, pp. 831-841, 2014.
[13] http://www.foryourmarriage.org