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Alcohol, sexo, soledad: una mezcla altamente compleja

Autores: Juan Francisco Vélez y María Luisa Estrada de Vélez

pareja adolescente sonriente

 

La realidad sobre los adolescentes de hoy

Los adolescentes se sienten muy solos porque sus padres se muestran cada vez más ausentes: poco enterados de lo que sucede con las vidas de sus hijos aunque vivan bajo el mismo techo. Childline, un servicio británico de consejería 24 horas atendió más de 4.000 peticiones de ayuda de niños que sentían que sus padres y amigos no tenían tiempo para ellos.

Esta soledad puede llevarlos a estar excesivamente pendientes de las redes sociales; encontrarse con la pornografía y no saber cómo evitarla; probar alcohol y llegar rápidamente a niveles de abuso; recurrir al sexting y toparse con sorpresas… No resulta extraño el aumento de las adicciones, los embarazos y las ETS acompañado de un vacío vital que se nota en la incapacidad de amar y de recibir amor. En la cabeza de un adolescente se están licuando diariamente influencias externas que se convierten en una mezcla altamente compleja. Son los nuevos retos de padres y colegios.

Citaremos algunos ejemplos.

Ricardo, de 10 años, ha creado un grupo de WhatsApp para enviar pornografía a sus amigos.

La cantidad más grande de consumidores de pornografía son adolescentes y la edad promedio de inicio es 11 años. Una encuesta realizada entre adolescentes de 13 a 18 años en Gran Bretaña por el proyecto RAP (Raising Awareness and Prevention Project)[1] arrojó que el 82% de los varones veían porno online en comparación con un 20% de las mujeres. Y lo más inquietante es que los papás no hablan con sus hijos de este tema para ayudarles a prevenir un problema o para salir de él. En nuestros talleres, muchos padres nos confiesan que no saben cómo abordarlo o piensan que mencionarlo es despertar la curiosidad. Según estudio de PTC (Protege Tu Corazón), el 85% de los adolescentes no hablan con sus padres sobre el amor, el sexo y otros temas.

La pornografía convierte a la mujer en objeto y en muchos casos promueve una cultura de violación y violencia. Cambia la forma en que los jóvenes perciben la sexualidad y las relaciones románticas. Muchas adolescentes dicen que se sienten incómodas porque la pornografía está influyendo en la forma en que son tratadas por los amigos o novios o se ven presionadas a ver pornografía para “encajar” en el desempeño que los chicos esperan de ellas.

 

A Carlos, de 13 años, se le hizo muy divertido filmar a su amigo mientras entraba al baño, sin su autorización,  para compartirlo después con otros compañeros.  

¿Qué motiva a un chico de 13 a filmar a su compañero en el baño o a una chica a enviarle a un amigo una foto de su pecho desnudo? ¿Cuestión de romance, coqueteo, impulsividad, presión, venganza o chantaje?  En muchos casos lo hacen en plan de broma, sin medir las consecuencias y no saben, por ejemplo, que de acuerdo con el Art. 202 del Código Penal Federal en México el sexting es un delito que puede dar cárcel cuando se trata de menores de 18 años.

Según Common Sense Media -organización líder en la educación infantil para el uso de los medios y la tecnología- un 22% de los adolescentes reconoce que la tecnología los hace más atrevidos y más agresivos. Su vida gira en torno a internet y las redes sociales de donde se desprenden algunos comportamientos de riesgo. El sexting en Monterrey ha aumentado drásticamente, casi se puede afirmar que no existe un colegio donde no haya habido uno o más casos entre sus alumnos.

Otro estudio, de Common Sense Media realizado el verano pasado, refleja que el 66% de los padres sienten que sus hijos pasan demasiado tiempo con sus celulares; asimismo la mitad de los adolescentes encuestados reconoce ser adicto y el 78% dice que revisa su celular al menos una vez por hora.[2]  En México un adolescente consume un promedio de 4.3 horas diarias de internet[3].

En el Informe PISA 2015, sobre el bienestar de los estudiantes en países miembros de la OCDE, muestra que el 91% de los estudiantes posee un Smartphone con acceso a Internet y el 54% dice sentirse mal si no tiene conexión disponible. Los que dedican más de seis horas a Internet dicen sentirse insatisfechos y tener bajos resultados académicos.[4]

-La mamá de Mónica, una chica de 16 años, ha estado ignorando las voces de alerta sobre el comportamiento de su hija. En el colegio y algunas amigas le han dicho que toma mucho alcohol.

–“¡Claro que no!”, dice. “Es una buena niña”.

Sin embargo, un día de madrugada recibe una llamada de la policía para informarle que la han encontrado caminando borracha por la calle.

-“¡No puede ser!”, dice desesperada. “Mónica llegó de una fiesta y se fue a dormir”. La sorpresa fue descubrir que desde tiempo atrás llegaba a dormir, pero luego se escapaba de casa sin que nadie se diera cuenta.  

Según los Centros de Atención Juvenil de México, para el verano de 2015 la edad promedio de inicio en el consumo de alcohol fue 12 años 3 meses; mientras que en el año 2.000 era de 20 años. Según esto, una gran cantidad de adolescentes han entrado a formar parte de una estadística preocupante: México ostenta el índice de uso peligroso de alcohol más alto entre todos los países de América debido a que el alcohol se consigue muy fácilmente[5].

Los estudios demuestran que mientras más temprano sea el inicio, más difícil llegar a parar. Mayores riesgos de problemas serios[6].  El 47% de quienes empiezan a tomar alcohol antes de los 14 años desarrollan una adicción en algún momento de su vida[7]. Existe una cultura que promueve el consumo de alcohol y son los padres quienes muchas veces invitan a sus hijos a beber en casa, pensando que así “aprenderán” a beber y será más seguro. Se requiere un cambio cultural que empiece en las familias.

 

Descubrir el norte

Continuamente hay señales de alerta respecto a lo que enfrenta el adolescente de hoy: sexting, ciberacoso, embarazos prematuros, incidencia de infecciones de transmisión sexual, soledad y adicción a la pornografía entre otros; están desorientados. ¿Hacia dónde queremos que dirijan sus vidas? ¿Hacerse ricos, populares o  exitosos profesionalmente? Estas metas son buenas pero insuficientes. Es necesario mostrarles el camino a la felicidad en una dirección que por estos días se tiene muy olvidada y que consiste en desarrollar la capacidad de comprometerse con lo más importante: aprender a amar. ¡Esa es la clave! Ahí radica la verdadera educación de la sexualidad. Para ayudarles a lograrlo padres y colegios deben trabajar unidos.

 

El rol de los padres

Los padres y los directores de los colegios tienen un reto común en el desarrollo del carácter de los niños y adolescentes. A largo plazo no podemos saber si un alumno aplicará el álgebra en su vida cotidiana, pero seguro sabemos que diariamente deberá tomar decisiones sobre qué es lo correcto y lo incorrecto.

Al acercarse a PTC los padres suelen perder el miedo de hablar con los hijos. Aprenden a conectar con su mundo para influir positivamente en ellos proponiéndoles metas exigentes con cariño y firmeza a la vez. Toman conciencia de la fuerte influencia de los amigos, el cine, la televisión, los videos musicales, los videojuegos, las redes sociales e internet que generalmente transmiten ideas y vivencias con valores muy diferentes a los que ellos quieren inculcar. Si los padres se involucran para hacer el seguimiento a cada uno de sus hijos y los animan a ser buenos amigos, a vivir el autocontrol en el día a día y a tener confianza en sí mismos les será más fácil lograrlo.

 

Colegios líderes que enfrentan los retos

Antes la educación del carácter y la sexualidad era tarea exclusiva de los padres; ahora ellos necesitan el apoyo indispensable de los colegios. Los colegios líderes están adoptando programas de desarrollo del carácter orientados a las nuevas realidades de digitalización y acceso a la información con el objetivo claro de educar -“sacar” lo mejor de una persona-, que es diferente de solo instruir. Consideran a sus alumnos como agentes potenciales de  transformación y progreso social creando en ellos una conciencia de servicio. Aprovechan el deporte más allá del triunfo o la derrota; la convivencia escolar más allá de compartir las aulas para que sus alumnos crezcan en virtudes como respeto, fortaleza, autocontrol de modo que puedan soñar en grande con el respaldo de un buen carácter. Un colegio líder convoca a  los padres, y les brinda oportunidades de formarse para educar mejor a sus hijos. Una anécdota reciente ilustra los resultados de este esfuerzo:

Regina, una mamá separada se acerca agradecida después de recibir un taller de padres en el colegio de su hijo al que acaba de asistir con el papá de su niño. Días después nos vuelve a contactar para decirnos que está súper agradecida porque a raíz del taller su marido está más pendiente de su hijo, por ejemplo lo recoge en el colegio, cosa que no solía hacer. Añade que durante el taller, él la miraba todo el tiempo y le comentaba preocupado: yo no hago nada de esto con mi hijo. Sin duda este papá salió motivado para cambiar su actitud y lo está demostrando.

Unidos -los colegios, padres y programas como PTC- lograremos que los alumnos el respeto por sí mismos, el autocontrol, la prudencia, la responsabilidad, la fortaleza, la autenticidad, el criterio, la paciencia y el amor genuino. Habrán decidido proteger su corazón de las amenazas actuales. Esto es lo que realmente vale la pena.

 

Referencias bibliográficas:

[1] Allison Havey and Deana Puccio, Sex, Likes and Social Media. Talking to our teens in the digital Age, Vermilion, 2016

[2] https://www.commonsensemedia.org/technology-addiction-concern-controversy-and-finding-balance-infographic

[3] Interactive Advertising Bureau de Mexico, Agosto 2015.

[4] Informe PISA 2015 Student’s Well-being Excellence and Equity in Education, Volume I

[5] Secretaría de Salud, México Distrito Federal, Román Rosales Avilés, Subsecretaría de Servicios Médicos e Insumos.  Publicado en La Jornada Nov 23, 2013. Consultado en Sep. 8, 2016.

[6] Alcohol use and abuse, Harvard Medical School, 2013.

[7] Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine. Consultado en El País.com el 12 de Septiembre de 2016.

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